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14 de junio de 2006, la herida que no cierra

Por: Silvia Chavela Rivas

El 14 de junio de 2006 en Oaxaca fue un día marcado por la represión policial y la violencia durante las protestas del movimiento magisterial.

Ese día, la policía intentó desalojar a los maestros que se encontraban en el plantón instalado en el Zócalo de la ciudad, lo que desencadenó enfrentamientos, detenciones y heridos.

 Este hecho fue uno de los episodios más violentos de la llamada «Rebelión de Oaxaca» o «Revolución Oaxaqueña», un movimiento social que demandaba mejoras laborales y educativas en el estado.

En los días posteriores, la situación en Oaxaca se volvió más tensa y la violencia se intensificó con enfrentamientos entre los maestros, los manifestantes y las fuerzas de seguridad.

Y aunque el pueblo exigía la salida del entonces gobernador del PRI, Ulises Ruiz Ortiz, con la reiterada consigna “¡va a caer, va a caer, Ulises va a caer!”, éste culminó su mandato en 2010.

Hasta la fecha, en la memoria colectiva siempre será el principal responsable de la represión en Oaxaca.

En qué momento inició todo

El conflicto magisterial de 2006 en Oaxaca fue un movimiento social y de protesta liderado por el sindicato de maestros de la sección 22 de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) en el estado de Oaxaca, México.

El conflicto comenzó en mayo de 2006 con la exigencia de mejoras salariales y laborales, así como la oposición a la reforma educativa impulsada por el gobierno del PAN en ese momento.

Los maestros se manifestaron en las calles y realizaron paros de labores, lo que generó tensiones con las autoridades locales y nacionales.

Las protestas escalaron a niveles violentos, con enfrentamientos entre manifestantes y fuerzas de seguridad, así como bloqueos de carreteras y toma de edificios públicos.

La situación se complicó aún más cuando grupos civiles, conocidos como la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca (APPO), se unieron a las protestas exigiendo la renuncia del gobernador Ulises Ruiz.

Luego vino el fallido desalojo en el Zócalo del 14 de junio. Esto derivó en que el conflicto escalara aún más en demanda de justicia por los muertos, heridos y desaparecidos.

El conflicto se prolongó por varios meses y tuvo repercusiones a nivel nacional e internacional.

Finalmente intervino el gobierno federal del panista Vicente Fox enviando a la Policía Federal Preventiva (PFP) para restablecer el orden en Oaxaca.

El operativo policial, conocido como el «Desalojo de la Plaza de la Constitución», se llevó a cabo el 25 de noviembre y resultó en la salida de los manifestantes del plantón que mantenían en el centro de la ciudad.

Ese mes se logró un acuerdo entre el gobierno y los líderes magisteriales para poner fin a las protestas y establecer mesas de diálogo para atender las demandas de los maestros.

El conflicto magisterial de 2006 en Oaxaca dejó heridas abiertas en la sociedad oaxaqueña y puso en evidencia los problemas estructurales en el sistema educativo y la relación entre el gobierno y los trabajadores de la educación.

La vida de Oaxaca en 2006

2006 marcó un parteaguas en la vida de Oaxaca.

Nacieron muchas iniciativas sociales para dar a conocer lo que sucedía en ese entonces ante el silencio de muchos medios de comunicación al servicio del gobierno. Un ejemplo de ello fue Radio Plantón en Radio Universidad.

También fueron memorables las famosas barricadas que se intensificaban principalmente por las noches en varios puntos de la ciudad para evitar que grupos de choque penetraran los campamentos.

Estas manifestaciones se intensificaron con la participación de diversos sectores de la sociedad oaxaqueña, incluyendo organizaciones indígenas, campesinas, estudiantiles y civiles.

Sin embargo, la situación también provocó cierre de empresas y despidos de cientos de empleados.

Ese año, por ejemplo, se canceló la Guelaguetza. Dejó de venir el turismo, principal fuente de ingresos para Oaxaca, y la economía se vino abajo.

Finalmente, A pesar de la represión y la violencia que marcaron el conflicto, la Revolución Oaxaqueña logró visibilizar las demandas de los ciudadanos y generar un cambio en la forma de hacer política en el estado. Este movimiento social dejó una profunda huella en la historia de Oaxaca y en la conciencia social de sus habitantes.

Fotos: Internet

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